Y seguía, y seguía, y seguía...
Desquebrajándose incesantemente, gritando y llevando los ojos al techo, como quién quisiera desaparecer en el desierto de las necesidades confusas y primarias del ser humano.
Se hundió como agua que cae en el acantilado de los desprecios.
Demencial, originalmente cargada por Lucía geS.
El agua siempre nos llevará al mar al que pertenecemos, sino, iremos a las nubes para volver a caer y llegar a donde tenemos que llegar. Ser agua no es facil, pero todos somos agua, somos el mar de la vida.
ResponderEliminarCuanta razôn tienes Benito...!!
ResponderEliminar