¿Me preguntó si lo mataría? A lo que le respondí con una leve sonrisa en el rostro y seguí fija la mirada en la taza que llenaría del café que él estaba preparando.
Unos minutos después y como si estuvieramos en un debate relevante me preguntó si me gustaba el "ready-made" a lo que no sólo le respondí, sino que dejé ir el comentario como quien deja sonar las ventanas cuando están abiertas ante el viento fuerte y grosero de la madrugada.
Seguimos bebiendo café y la noche se disolvió en el amanecer rojizo que nos cuidaba de lejos.
Unos minutos después y como si estuvieramos en un debate relevante me preguntó si me gustaba el "ready-made" a lo que no sólo le respondí, sino que dejé ir el comentario como quien deja sonar las ventanas cuando están abiertas ante el viento fuerte y grosero de la madrugada.
Seguimos bebiendo café y la noche se disolvió en el amanecer rojizo que nos cuidaba de lejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario