martes, 21 de diciembre de 2010

Desfases

¿Me preguntó si lo mataría? A lo que le respondí con una leve sonrisa en el rostro y seguí fija la mirada en la taza que llenaría del café que él estaba preparando.

Unos minutos después y como si estuvieramos en un debate relevante me preguntó si me gustaba el "ready-made" a lo que no sólo le respondí, sino que dejé ir el comentario como quien deja sonar las ventanas cuando están abiertas ante el viento fuerte y grosero de la madrugada.

Seguimos bebiendo café y la noche se disolvió en el amanecer rojizo que nos cuidaba de lejos.

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