Retrato de un cuerpo en un tiempo que se volvió ajeno y su mente se disparó con tal velocidad que pudo fragmentar la vida en inmunerables accidentes.
Entre las falsedades de la geometría y la apertura a lo ilegal: secuencias, fragmentos, juegos de color, luces invertidas, óptica, elementos que componen un plano que cuando se tridimensionaliza se disuelve y como planicie, adquiere nombre propio:
viernes, 31 de diciembre de 2010
domingo, 26 de diciembre de 2010
sábado, 25 de diciembre de 2010
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Abandonar las máquinas.
Entre la fuga y la ruptura se encontraron los amantes con las miradas perdidas deseando estar en lo más alto de aquél monte que esconde los destellos más fuertes del sol.
Rayos que queman sobre cicatrices que jamás sanarán y así frescas y sangrantes caerán al vacío, y ellos desde lo alto serán testigos de tan fuerte acontecer.
Dejarán caer las alas que los llevaron hasta ahí, y una vez desprendidos de todo tipo de ataduras, incluso de las herramientas que les regalaron libertad, se abandonarán hasta el último instante en que dejen de ser máquinas para volverse naturalmente vida.
Rayos que queman sobre cicatrices que jamás sanarán y así frescas y sangrantes caerán al vacío, y ellos desde lo alto serán testigos de tan fuerte acontecer.
Dejarán caer las alas que los llevaron hasta ahí, y una vez desprendidos de todo tipo de ataduras, incluso de las herramientas que les regalaron libertad, se abandonarán hasta el último instante en que dejen de ser máquinas para volverse naturalmente vida.
martes, 21 de diciembre de 2010
Desfases
¿Me preguntó si lo mataría? A lo que le respondí con una leve sonrisa en el rostro y seguí fija la mirada en la taza que llenaría del café que él estaba preparando.
Unos minutos después y como si estuvieramos en un debate relevante me preguntó si me gustaba el "ready-made" a lo que no sólo le respondí, sino que dejé ir el comentario como quien deja sonar las ventanas cuando están abiertas ante el viento fuerte y grosero de la madrugada.
Seguimos bebiendo café y la noche se disolvió en el amanecer rojizo que nos cuidaba de lejos.
Unos minutos después y como si estuvieramos en un debate relevante me preguntó si me gustaba el "ready-made" a lo que no sólo le respondí, sino que dejé ir el comentario como quien deja sonar las ventanas cuando están abiertas ante el viento fuerte y grosero de la madrugada.
Seguimos bebiendo café y la noche se disolvió en el amanecer rojizo que nos cuidaba de lejos.
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